
Adrián Alfonso Paredes Santana
Licenciado en Contaduría Pública y
en Derecho por la Universidad de Guadalajara; Maestro en Impuestos; cursa el Especialidad en Gestión de
Riesgos, Fraude y Blanqueo por Ealde Business School; Diplomado en Estudios Avanzados en Derecho Administrativo por la Universidad San Pablo CEU Madrid y catedrático de la Universidad Panamericana y del Centro de Estudios del Derecho de la Empresa «CEDE» adrianparede@pveconsultores.mx
El oficial de cumplimiento es la persona llamada a entender dónde se encuentran los riesgos, su probabilidad y el impacto en la organización. El Compliance Officer y el Compliance Program en general cuentan con dos herramientas eficaces: la debida diligencia de terceros y el programa de capacitación a los empleados.
La proporción en su uso siempre dependerá de las características, cualitativas y cuantitativas, de la organización. Es probable que una que cuente con muchos clientes, proveedores y sucursales, incluso, con presencia en diversos países, es un hecho de que de seguro necesita invertir mucho en debida diligencia. Pero otra, que se basa en un modelo de ventas con muchos agentes o representantes, tendría que contar con un programa de capacitación intensivo y muy eficiente, pero distinto al inicial, por esto siempre al iniciar en lo particular me gusta conocer a el modelo de negocio de la organización para poder hacer el análisis de profundidad y amplitud de estas herramientas.
Sobre lo estricto de su implementación siempre dependerá del sector, pues en algunos el marco normativo así lo requiere en razón de que las consecuencias del incumplimiento son graves.
Tal es el caso del sector sanitario, los hospitales deben tener mucho cuidado con los proveedores con los que hacen negocios, pues la vida de personas depende de una debida gestión de abasto de productos confiables. Un hospital podría ser multado, o incluso, perder su acreditación si se descubre que hace negocios con un proveedor irregular en temas de cumplimiento
Además, lo anterior se debe llevar a cabo mediante un programa de formación de los empleados, es una parte importante de cualquier programa de cumplimiento, pero enfocado a cada área o riesgo particular de acuerdo a su campo de acción. Garantizar que los empleados conozcan las políticas y los procedimientos que deben seguir para cumplir la normativa. Los programas de formación deben ser exhaustivos y abarcar todos los temas pertinentes, como la ética, el código de conducta, las leyes anticorrupción, etc. También deben actualizarse periódicamente para reflejar cualquier cambio en la ley o en la política interna.
Los aliados que tienes como Compliance Officer son todos, pues tiene el papel de responsables de cumplimiento en cada departamento en que se desempeñen desempeñan un papel fundamental a la hora de garantizar que las organizaciones operan dentro de los límites de la ley con la debida diligencia y una adecuada implementación en la formación de sus integrantes. Al llevar a cabo la debida diligencia con respecto a los posibles socios y proveedores, y al poner en marcha programas exhaustivos de formación de los empleados, como esto ayudamos a reducir los riesgos asociados al incumplimiento.